Haga lo que haga Britney Spears, ya sea ir al supermercado, sacarse cera de las orejas con los dedos o dejarse bigote, es exclusiva.
Su última hazaña, después de volver a recuperar el derecho temporal de poder visitar a sus pequeños hijos, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, ha sido implantarse morros.
Sus finos labios de arriba han adquirido un aspecto más voluminoso gracias a los avances de la cirugía estética, como bien se puede ver en la foto. Más o menos logrado su deseo de mejorar su labiada, aquí tenemos el resultado.
Peor estaba con el cabello rapado al cero, ¿no?
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