De esta guisa paseaba Nicole Kidman del brazo de su marido (no sabemos si por amor o porque si se soltaba se daba de bruces contra el suelo), una semana después de hacer público su estado de buena esperanza. Cuarenta años cumplidos, madre biológica primeriza y un marido ¿ex-alcohólico? no deben ser razones suficientes para la [...]
De esta guisa paseaba Nicole Kidman del brazo de su marido (no sabemos si por amor o porque si se soltaba se daba de bruces contra el suelo), una semana después de hacer público su estado de buena esperanza.
Cuarenta años cumplidos, madre biológica primeriza y un marido ¿ex-alcohólico? no deben ser razones suficientes para la australiana para llevar una vida lo más sana y relajada posible.
Después vendrán las madres mías.
Source: www.vivaelrosa.com
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